Os Ancares. La Galicia auténtica

Posiblemente incluso en Galicia no es fácil encontrar una comarca tan singular y auténtica como la de Os Ancares, entre los límites de Galicia y León, con la vida adaptada a su abrupta y frondosa geografía, con sus pobladores todavía conservando las escenas y labores rurales, agrícolas y ganaderas que los vinculan a la fértil tierra.


Numerosas pequeñas aldeas salpican sus hermosos valles y montañas surcados por sus numerosos ríos, además su rica arquitectura popular y restos históricos del pasado hacen de la reserva natural de Os Ancares la montaña mágica gallega y el lugar perfecto para sentir y disfrutar el valor de la Galicia auténtica perdiéndose en alguna de sus hermosas rutas.


La montaña, los bosques autóctonos virgenes, abruptos picos y profundos valles con una variada flora y fauna única en Galicia hacen de Os Ancares una vuelta a la naturaleza y un viaje antropológico a la vida de nuestros antepasados. Hasta hace poco aldeas sin luz, pueblos aislados con pallozas (cabañas prehistóricas que se pueden ver en Piornedo) donde conviven personas y animales y la rica flora con los virgenes bosques autóctonos gallegos con centenarios bosques de carballos (robles), abedules, avellanos, acebos, brezales y tejo, variada fauna con rebecos, ciervos, corzos, lobos, zorros, martas, jinetas, jabalíes, osos pardos y nutrias en los ríos, por el aire destacan águilas, cernícalos, buitres, halcones, gavilanes, lechuzas y azores y posiblemente escondido algún urogallo.



Valles que desprenden sosiego y paz, montañas con aire puro que esconden recónditas aldeas escondidas en sus laderas, pastizales y centenarios bosques de carballos (robles), castaños, abedules y fresnos, en los valles sauces, álamos y alisos.